El gran escape
La sensación del agua acariciando su rostro. Siempre habría encontrado algo mágico en ella como si tuviese la rara cualidad de borrar y limpiar los secretos más oscuros, y reavivar los recuerdos más placenteros.
Su mente era más rápida que sus manos y piernas, en cuestión de segundos se encontraba frente a ella, sus rojos cabellos, ojos miel que tienen el poder de eliminar cualquier atisbo de voluntad dentro de él y labios carnosos, dueños de profundas palabras, guardianes de un mundo exótico y, sobretodo, suyo. Sabía que le pertenecía, ese
A quien pueda interesar: divagancias de una mujer neurótica, exótica y erótica
¿Cómo darse cuenta del inexorable paso del tiempo?.Pues podemos comenzar por cómo las típicas preguntas, conversaciones y entorno cambian con el paso de los años. De un momento a otro pasé del ¿ Estudias qué estudias dónde?, rodeada de relativamente despreocupados universitarios, al ¿trabajas..dónde..qué haces ahí?, rodeada de relativamente preocupados ex universitarios. Por cierto, una práct
A quien pueda interesar: divagancias de una mujer neurótica, exótica y erótica
¿Cómo darse cuenta del inexorable paso del tiempo?.Pues podemos comenzar por cómo las típicas preguntas, conversaciones y entorno cambian con el paso de los años. De un momento a otro pasé del ¿ Estudias qué estudias dónde?, rodeada de relativamente despreocupados universitarios, al ¿trabajas..dónde..qué haces ahí?, rodeada de relativamente preocupados ex universitarios. Por cierto, una práct
El gran escape
La sensación del agua acariciando su rostro. Siempre habría encontrado algo mágico en ella como si tuviese la rara cualidad de borrar y limpiar los secretos más oscuros, y reavivar los recuerdos más placenteros.
Su mente era más rápida que sus manos y piernas, en cuestión de segundos se encontraba frente a ella, sus rojos cabellos, ojos miel que tienen el poder de eliminar cualquier atisbo de voluntad dentro de él y labios carnosos, dueños de profundas palabras, guardianes de un mundo exótico y, sobretodo, suyo. Sabía que le pertenecía, ese